-Biografía:
Filosofo griego fundador de la filosofía moral, o axiología que ha tenido gran peso en la filosofía occidental por su influencia sobre platón.
Nacido en Atenas, hijo de Sofronisco, un escultor, y de Fenareta, una comadrona (lo que ha dado lugar a una comparación entre el oficio de su madre y su actividad filosófica, pues ayudó, con su método “a dar a luz” a las ideas), recibió una educación tradicional en literatura, música y gimnasia. Más tarde se familiarizó con la retórica y la dialéctica de los sofistas, las especulaciones de los filósofos jónicos y la cultura general de la Atenas de Pericles.
Al principio, Sócrates siguió el trabajo de su padre; realizó un conjunto de estatuas de las tres Gracias, que estuvieron en la entrada de la Acrópolis hasta el siglo II a.C.
Creía en la superioridad de la discusión sobre la escritura y por lo tanto pasó la mayor parte de su vida de adulto en los mercados y plazas públicas de Atenas, iniciando diálogos y discusiones con todo aquel que quisiera escucharle, y a quienes solía responder mediante preguntas. Un método denominado mayéutica, o arte de alumbrar los espíritus, es decir, lograr que el interlocutor descubra sus propias verdades.
Durante la Guerra del Peloponeso contra Esparta, sirvió como soldado de la infantería con gran valor en las batallas de Potidaea en el 432-430 a.C., donde salvó la vida a Alcibíades; en Delio en 424 a.C. y en Anfípolis en el 422 a.C.
De vida sobria y austera, siempre contó con escasos recursos económicos, Sócrates supo rodearse de los personajes más importantes del momento, así como de un nutrido círculo de alumnos a los que gustaba cuestionar sus creencias y certidumbres. Este continúo “aguijonear” a todos le situaría finalmente en una situación tan controvertida y arriesgada que le llevó a su condena a muerte por el tribunal de los Quinientos en el año 399 a.C.
Estuvo casado con Jantipa, una mujer de reconocido mal genio, y de la que tuvo tres hijos.
- Obras importantes:
No escribió ningún libro ni tampoco fundó una escuela regular de filosofía. Todo lo que se sabe con certeza sobre su personalidad y su forma de pensar se extrae de los trabajos de dos de sus discípulos más notables: Platón, que atribuyó sus propias ideas a su maestro Jenofonte, un escritor prosaico que quizá no consiguió comprender muchas de las doctrinas de Sócrates. Platón describió a Sócrates escondiéndose detrás de una irónica profesión de ignorancia, conocida como ironía socrática, y poseyendo una agudeza mental y un ingenio que le permitían entrar en las discusiones con gran facilidad.
-Su filosofía:
En su opinión, el principio generador de la ciencia y su base propia, es el conocimiento de sí mismo.
Con respecto al mundo y a las ciencias físicas que al mismo se refieren, Sócrates profesaba un escepticismo muy semejante al de los sofistas sus contemporáneos: escepticismo que solía expresar en aquel aforismo que repetía con frecuencia: '' sólo sé que no sé nada. ''
El método de Sócrates estaba en relación con el punto de partida que señalaba a la Filosofía, haciendo consistir el primero en la observación de los fenómenos internos, en la reflexión y análisis razonado de los mismos. De aquí la variedad y flexibilidad de su método de enseñanza, que sabía acomodar a maravilla a las circunstancias de los oyentes. Aparentando con frecuencia ignorancia del objeto en cuestión, haciendo otras veces preguntas intencionadas y dialécticas, empleando a tiempo la inducción y la analogía, proponiendo dudas y cuestiones sencillas en la apariencia, haciendo frecuente uso del diálogo, Sócrates conducía insensiblemente a sus oyentes al conocimiento de la verdad, la cual parecía surgir espontáneamente del fondo de su conciencia. No hay para qué advertir que se servía de las mismas armas para poner de manifiesto la superficialidad científica y las contradicciones de los sofistas.
-Aplicaciones actuales a su filosifía:
En primer lugar hay que distinguir “vida buena”, la que busca la perfección, la verdad y el bien de la “buena vida”, considerada como búsqueda de la comodidad, el placer y las riquezas.
De Sócrates aprendemos especialmente la coherencia: enseñaba lo que vivía y prefirió la muerte a renunciar sus convicciones. La vida buena se fundamenta en la virtud y en la ley. Para los griegos la vida feliz se alcanza en la polis, desarrollando la virtud individual y social. Pero en la ciudad, además de hablar y convivir, se busca y se realiza lo que es justo.
“Sócrates se decidió por la vida buena a costa de sacrificar la buena vida. A ella sacrificó el buen pasar, hasta el extremo de morir defendiendo la verdad, sin componendas. La decisión socrática por la vida buena es biográfica, se encarnó en su propia existencia. El atractivo de su figura es enorme, precisamente porque es un hombre auténtico, que cumple hasta el final el compromiso existencial con la verdad”.
1 comentario:
muchas gracias por el articulo, que haya más verdad, saludos
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